Synopsis

La propuesta de Reglamento sobre el diseño ecológico de productos sostenibles (ESPR) es una ambiciosa iniciativa de la UE para hacer que los productos sostenibles desde el punto de vista medioambiental sean la norma en la UE e impulsar la independencia de los recursos de Europa. Se basa principalmente en el Plan de Acción para la Economía Circular de la Comisión Europea de marzo de 2020, que a su vez se basa en el Pacto Verde Europeo de 2019.

El 4 de diciembre del 2023 el Parlamento y el Consejo alcanzaron un acuerdo para el texto del reglamento de ecodiseño (ESPR) y tan pronto esté disponible la revisión del texto por los servicios jurídicos y lingüísticos, el ESPR se adoptará y entrará en vigor finalmente.

El ESPR fija el marco para el establecimiento de criterios de sostenibilidad (de rendimiento y de información) y de un pasaporte digital de producto, para los productos que se vayan seleccionando. Las disposiciones concretas para cada producto seleccionado se establecerán en disposiciones legislativas específicas, mediante actos delegados. Los requisitos de diseño ecológico pueden abordar una amplia gama de aspectos para hacer que los productos sean más duraderos, fiables y circulares, y minimizar su impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida. Sobre los requisitos, uno de los puntos clave para el sector químico es la consideración de las denominadas sustancias de preocupación (SoC), sobre las que el reglamento fija requisitos de información y trazabilidad, así como la posibilidad de restricciones.

El Reglamento regula prácticamente todos los productos introducidos en el mercado o puestos en servicio en la UE, sin limitarse a los productos de consumo, con excepción a los alimentos, piensos y medicamentos. La aplicación del ESPR seguirá un enfoque de priorización, de conformidad con los planes de trabajo plurianuales de la Comisión, donde los productos candidatos para el 1er plan de trabajo del ESPR son: Hierro, acero; aluminio; textiles, en particular prendas de vestir y calzado; muebles, incluidos los colchones; neumáticos; detergentes; pinturas; lubricantes; productos químicos y productos relacionados con la energía, productos TIC y otros productos electrónicos.